La habilidad para comunicar forma parte intrínseca del oficio de educar. La tarea de las personas que se dedican a la docencia tiene que ver con manejar adecuadamente los recursos verbales y no verbales de la comunicación. El lenguaje de los sonidos y de los silencios, del cuerpo y del espacio es el gran olvidado en nuestra cultura. Este libro invita a la reflexión sobre la propia comunicación no verbal y sobre su uso como recurso educativo. Incluye consejos prácticos, ejercicios para mejorar las propias habilidades y guías para la observación y reflexión. ¿Hay coherencia entre lo que queremos comunicar con las palabras y lo que realmente comunicamos con el cuerpo sin darnos cuenta? ¿Cómo influyen los mensajes no verbales en nuestra efectividad como docentes?.