El lenguaje del cuerpo revela más de las personas que sus propias palabras. Nuestros gestos pueden mostrar cómo nos sentimos, la manera como cruzamos los brazos o las piernas, movemos las manos o fijamos la mirada, por ejemplo, dice mucho de nosotros, y ser conscientes de ello puede ayudarnos a causar una impresión positiva en los demás, averiguar si alguien nos miente, salir con éxito de una entrevista de trabajo o, incluso, seducir a otras personas, ya sea para persuadirles o para elegir la pareja correcta.